sábado, 4 de septiembre de 2010

El ser humano siempre será el mismo.

El ser humano siempre será el mismo.
Hace unos cuatro años, acudí al programa de la SEP para evaluación de carreras por experiencia, después de haber presentado los documentos solicitados y cubrir los requisitos correspondientes, el funcionario que me atendió me informó que yo no era candidato para ese programa porque no tenía experiencia laboral, me puse a reflexionar ¿qué era aquello en lo que había trabajado toda mi vida?

Que yo recuerde, desde los seis o siete años he estado vinculado con alguna experiencia laboral, porque mucho de lo desarrollado por mí, como actividad personal fueron ideas que complementé con prácticas propias, lo que puedo asegurar es que sólo he trabajado en mi vida, aproximadamente unos tres años y medio bajo contrato con tres o cuatro empresas; para todo lo demás he constituido: tres S. A. de C.V., dos A. C., una S. C. y he participado como asesor y consultor en la creación de muchos otros negocios, he llegado a tener hasta 100 empleados, los he capacitado, algunos les he enseñado a leer y escribir, además de abrirles a muchos la oportunidad de seguir estudiando o aprendiendo alguna especialidad en diferentes áreas como: comunicación, producción audiovisual, fotografía, diseño, redacción de guiones, desarrollo de nuevos productos, planeación e integración de nuevas empresas y otros temas más, pero lo más importante de ello es: “Que no tengo experiencia laboral”, por eso cuando me preguntan en que trabajo, confirmo “ yo nunca he trabajado, me divierto y disfruto todo lo que hago”.

Realmente es lamentable escuchar como infinidad de personas se quejan de que en sus trabajos no los toman en cuenta, pero no intentan nada para remediarlo, recuerdo el caso en que un participante a mis seminarios se quejaba amargamente por la falta de estímulo de parte de su patrón, decía que trabajaba mucho, estaba atento a todo lo que le solicitaban, que era puntual y mantenía su trabajo al día, consideraba que no lo valoraban por todo el esfuerzo que entregaba a la empresa, razón por la cual se sentía desilusionado; me pidió que le sugiriera algo que pudiera hacer para llamar la atención a ese respecto, lo que le contesté es que si estaba seguro de su desempeño, mejor buscara trabajo en otro lugar donde apreciaran ese esfuerzo. ¿Saben lo que me refutó?, textualmente: “Cómo crees que voy a perder veinticinco años de antigüedad”; entonces no te quejes y aguántate

-le contesté-.

Así pasan la vida millones y millones de personas que al paso del tiempo no hacen un mínimo esfuerzo por cambiar su rutina y cargan a su familia y a sus patrones su enojo y frustración por no tener el empleo “que merecen” según su apreciación.

La mayoría de las batallas empleados-patrones, surgen porque todo mundo quiere el mejor trabajo -además de bien remunerado- con el menor esfuerzo, y si fuera posible que les envíen el sueldo a sus casas sin trabajar; pero eso nunca se verá, porque precisamente, lo que no entienden los trabajadores, que el riesgo que adquieren los patrones para abrir una fuente de empleos, no siempre redundará en buenos satisfactores personales, pero si así fuere, bien que se lo merecen.

No siempre se hace lo que gusta, pero es necesario realizarlo

Volviendo a la fábrica de mosaicos, trabajábamos con mi padre tres de sus hijos, entre ocho y doce años, -yo soy el de en medio-; sin embargo, la actividad desempeñada era de un gran esfuerzo; cargar botes de arena, bultos de cemento, de polvo de mármol, mover el mosaico a unas pilas de agua para que fraguara, retirarlo para secar, desplazarlo para almacenarlo mientras se entregaba al cliente; y esto era –todos los días-, los mosaiqueros (obreros del medio) solo se concretaba a producirlos, pero la labor de preparación de materiales corría por nuestra cuenta.

En épocas de lluvia o frio, no secaba la arena que requeríamos para la producción, entonces se instalaba un quemador de petróleo sobre el que se colocaba una lámina de fierro para de esa forma tener el secante necesario para continuar con el proceso, respirar el gas que desprendía el quemador y el polvo caliente, afectaba enormemente nuestra salud, en función de la temporada.

Había períodos de mucho trabajo, sobre todo cuando se fabricaba mosaico o loseta con piedra de mármol, ya que por su tamaño había que meterlo a pulidoras que devastaran lo suficiente la baldosa para mostrar la cara del pedrusco, que era el atractivo de ese material; el complemento de la labor se efectuaba a mano, rellenar con cemento las imperfecciones que salían en el proceso, además de tallarlo con piedras especiales para dejar tersa la pieza; en estas temporadas era tan cruento el trabajo, que invariablemente terminábamos con las yemas de los dedos sangrando y como continuaba el proceso diario, no daba tiempo a la recuperación.

Mi padre encontró una solución parcial al problema, compraba grasa de carnero y la aplicábamos como crema y nos protegíamos con trapos, telas gruesas o de yute, ya que los guantes aún los industriales, no servían para nada; pero como mencioné sólo era un recurso temporal; el problema continuaba.

Ante esta situación, no llegaba a los trece años cuando salí huyendo del “negocio familiar” por lo que reitero “no me gusta trabajar”; aunque estoy consciente de que es necesario hacerlo.

Continuaré en la siguiente entrada, mientras tanto: disfruten de la vida.

sábado, 21 de agosto de 2010

Cómo ser buen empresario

Cómo ser buen empresario


Primer punto a considerar es que no hay escuelas para formar empresarios, existen algunos institutos y universidades que tienen entre sus carreras la administración de empresas o negocios, pero solo la administración, es cierto que entre las materias que conforman aquellos programas, existen muchos temas aplicables en las empresas como mercadotecnia, ventas, contabilidad, cálculo mercantil, finanzas, análisis de mercados, legislación fiscal y otras más, pero la actividad empresarial va más allá de simples conocimientos; se requiere tener “Madera de Empresario”.

A la reiterativa pregunta de que si el empresario nace o se hace, surgen infinidad de respuestas por demás hasta contradictorias, yo considero que puede caber la respuesta en ambas acepciones; nace y se hace, porque esta categoría no se deriva solo de conocimientos, sino también de habilidades, experiencias, investigación, recursos, formación y muchas más capacidades, además de muy buen “estómago” para aguantar los vaivenes del negocio.

Por eso, cuando me preguntan sobre las características que debe poseer un buen empresario, les respondo; que además de mucha preparación, conocimientos y habilidades se requiere “Capacidad de riesgo y resistencia a la incertidumbre” porque una vez que las personas incursionan en la creación de una empresa, su vida cambia por completo.

Así es, las satisfacciones, las experiencias, la libertad, las decisiones, las oportunidades y muchos más agrados que resultan de ser empresario, la mera verdad, es que yo no los cambio por ningún “Buen empleo”.

En mi caso, yo empecé a ganar dinero desde muy niño, una ocasión de regreso a casa, después de clases me llamó Doña Cuquita, la anciana propietaria del estanquillo de la esquina; era el inicio de las fiestas decembrinas y muy preocupada me dijo que su proveedor de canastitas para colación no se había aparecido y ya le comenzaban a solicitar tal producto, y me soltó la pregunta ¿podrás hacérmelas tu?, le contesté que yo no sabía hacerlas, pero me convenció con una muestra y con la alternativa de obsequiarme material para reciclarlo en su producto y además, me pagaría el artículo en cuestión por cada docena que le entregara; se me hizo una buena oportunidad de ganar algún dinero en tan excelente temporada, las posadas.

Complementé el material que me regalaba, con papel de china y harina para hacer engrudo, que era el pegamento que se utilizaba antaño.

Primer aprendizaje empresarial: Las oportunidades surgen cuando menos lo esperas. Así fue como inicié este pequeño negocio; no sé cuantos años duró pero fue el principio de varias actividades que realicé en lo que se conoce como productos de temporada.

Por supuesto, en este caso no puedo hablar de comportamientos porque nunca supe porque el otro proveedor no se apareció, pero me quedé con su cliente; mis otros productos eran muy variados y me permitían ganar algún dinero en el día de San Valentín, día de las madres, fiestas patrias y otras fechas que me es difícil precisar después de tantos años.

El trabajo es salud.

Mi padre fue diseñador de calzado, por lo tanto sabía todo el tejemaneje de su oficio, corte, costura, montaje, acabado y todo lo relacionado con su especialidad; este trabajo es altamente sedentario razón por la cual mi padre se vio afectado gravemente en su salud, un día el médico familiar le dijo: Lo que usted tiene es adelgazamiento de la pleura, si quiere seguir viviendo deberá buscar un trabajo donde tenga más actividad; así por razones de salud inició un pequeño negocio de fabricación y venta de mosaico.

Este negocio sí que era de actividad, para la elaboración de dicho producto se requería, arena, cemento, marmolina, granos o piedra de mármol y… mucho esfuerzo; el proceso iniciaba con la preparación del polvo base, que se mezclaba para elaborar la capa de pasta que determina el dibujo o detalle del mosaico.

Se utilizaban unos moldes forjados de hierro, cepillados y rectificados para dar precisión a la pieza; estos se integraba por tres elementos: la base, el marco y la tapa.

Para fabricar los mosaicos se colocaba el marco sobre la base, una vez preparada la pasta se vertía con cucharas especiales, ya fuera en un molde de celdillas o libremente para mantener el diseño previsto; como siguiente paso, se utilizaba un secante que era una mezcla de arena y cemento libres de humedad para absorber el agua que aún contenía la pasta y para complementar el proceso, se preparaba otra mezcla de arena y cemento ligeramente húmeda, para contrarrestar el secante que aún permanecía en el molde; este se tapaba y el conjunto se metía a una prensa de volante que daba la presión necesaria para que la pieza quedara compactada.

Y así, pieza tras pieza se llegaba a los miles de metros cuadrados de mosaico que se vendían.

Pero lo que quiero resaltar no es en sí la fabricación del producto, sino todos los comportamientos que observé en éste negocio familiar, mismos que analizaré en mi siguiente entrega.

Pero lo más importante para mí, es que mi padre sobrevivió más de veinticinco desde aquella sugerencia médica de cambio de actividad; por eso afirmo que el trabajo es salud.

viernes, 13 de agosto de 2010

Cuál es la verdadera razón del poco interés en la creación de empresas.


La respuesta es muy simple, ¡No tenemos una cultura empresarial! Recuerdo mis años de infancia cuando me preguntaban ¡Clásico! ¿Qué quieres ser de grande? La mayoría de los niños querían ser o policías o bomberos, yo quería ser dueño de mi propia empresa, resulta curioso que entre los seis y ocho años, alguien quiera ser empresario, pero mi razonamiento era muy distinto, quería tener mi negocio para no trabajar, solo entendía que los negocios producían dinero.

Por aquella época estudiando la primaria, leí en “La Prensa”, que era uno de los diarios de mayor circulación, un encabezado que rezaba “La iniciativa privada, le levanta la canasta al presidente”; y en el subtítulo confirmaba: Si sigue con sus tendencias izquierdistas pronto le faltará dinero. El Presidente al que se referían era Don Adolfo López Mateos. Pero lo que me llamó poderosamente la atención, era el significado de que la I. P. tuviera en aquel entonces tanta fuerza económica como para poner a temblar al presidente en turno.

Esto quiere decir que las empresas eran un verdadero puntal en la economía nacional, desafortunadamente con el paso del tiempo, las nuevas estructuras presidenciales fueron tomando fuerza y comenzaron a “administrar la riqueza” para su beneficio y el esquema de economía de estado afectó poderosamente a las sociedades principalmente a las llamadas pequeñas empresas, que incluía también a los negocios familiares.

Si bien los gobiernos totalitarios que hemos padecido han sido en gran parte culpables del deterioro económico del país, también tenemos la culpa nosotros por aguantarlos y no protestar, pero lo más lamentable es que nos hemos confiado a que las administraciones en turno ofrezcan solucionar todo, solo para ganar votos porque la verdad es, que nunca podrán, y realmente ni lo intentarán; razón por la cual el estado se ha convertido en un complejo paternalismo en el que solo creen los grupos clientelares manipulados por líderes corruptos que solo buscan permanecer incrustados en los grupos de poder sin aportar ningún valor al desarrollo y crecimiento del país.

Por otro lado, el sistema educativo ha participado en este deterioro por la baja calidad en la enseñanza, las razones son muchas, problemas sindicales, abuso de cuotas de poder, manipulación política grupal y conformismo de los estudiantes; además de otros muchos intereses coludidos en los presupuestos institucionales.

Pero, ya que toqué este punto, también vale la pena recordar que una gran mayoría de padres de familia participan de dicho comportamiento en muchos casos comodísimo, porque ni por asomo se preocupan que sus hijos destaquen en sus actividades escolares, mucho menos que piensen en actividades empresariales, esto quiere decir que los padres especulan porque sus hijos estudian para ser buenos empleados y si hay estudios de posgrado, es para que sean mejores empleados, con un supuesto trabajo importante y mayores ingresos.

sábado, 7 de agosto de 2010

La importancia de las empresas en la economía nacional

La importancia de las empresas en la economía nacional


Para comprender esta categoría, es necesario ubicar el concepto empresa en la estructura social del país; ya que las organizaciones productivas, como también podemos llamarles están regidas por la Ley General de Sociedades Mercantiles, las actividades desarrolladas por estas firmas, son tan variadas que de alguna forma las ubicaré en dos grandes áreas que son: bienes y servicios, dependiendo de los gustos, experiencias y capacidades del empresario o sus representantes.

Las leyes mercantiles establecen también que toda agrupación de esta índole, se establece con fines de lucro, por lo tanto efectuarán diligencias económicas que les reditúen beneficios en función de las inversiones con que cuenten para su operación, en el entendido de que las actividades que realicen serán lícitas y que cum-plan una función social y de servicio a la comunidad.

En este entorno, también cabe mencionar que pueden existir otro tipo de empresas, que suelen ser pequeñas o familiares y que se registran como personas físicas con actividades empresariales; tal vez esta sea la forma más sencilla de iniciar una empresa.


Por supuesto que la administración de una empresa varía en función de los fines, capacidades, conocimientos y experiencias de los empresarios, pero sobre todo en la forma de integrar cada uno de los factores que faciliten su operación.

El objetivo de este trabajo, no es hacer un tratado sobre las estructuras, actividades, operatividad y resultados económicos de la libre empresa y su correlación con los problemas de estado, sino entender el porqué, de que siendo el factor más significativo para la productividad y competitividad de nuestro país no le damos la importancia y trascendencia que merece, el ejercicio de la libre empresa sustenta los mecanismos de creación de empleos, mejores productos, mayores y efectivos servicios, además de otras opciones de crecimiento que redundarán por fuerza, en un mejor nivel de vida, sin contar con que es el impulsor de innumerables actividades como: Manejo y producción de materias primas, fabricación de productos en general, crecimiento de plantas industriales, promotor del crédito; en fin a la sombra de las empresas, se mueven casi todas las funciones que dan fortaleza a la vida de una comunidad y por ende, casi todas las profesiones intervienen para hacer más productivas a las empresas.

lunes, 2 de agosto de 2010

Un poco de historia sobre lo que afecta el desarrollo de empresas en México

Corría el mes de marzo de 1929 cuando se fundó el Partido Nacional Revolucionario bajo el rubro “Instituciones y Reforma Social”; posteriormente transmutó en el Partido de la Revolución Mexicana, era el 30 de marzo de 1938, el lema de la nueva estructura rezaba: “Por una democracia de trabajadores” y así llegó el 18 de enero de 1946 para adquirir el nombre que hasta la fecha ostenta: Partido Revolucionario Institucional, el lema “Democracia y Justicia Social”.  En su declaración de principios se consigna que: es una organización política de mexicanos comprometidos con la finalidad histórica de construir, por la vía del nacionalismo revolucionario, una sociedad libre e igualitaria, caracterizada por la democracia y la justicia social.


En otro párrafo se establece que: El Estado Mexicano existe para que ninguna de las clases sociales pueda oprimir a las demás ni sobreponerse a la nación. Así también, en el contexto de la declaración de principios se menciona: que en todos los casos será la voluntad mayoritaria la que preserve o modifique las instituciones.


Se incluyen otros temas por demás importantes: la paz interna y el orden jurídico, el programa de transformaciones sociales que contiene la Constitución, el sistema de economía mixta, el desarrollo educativo y cultural para que el individuo y la sociedad alcancen plenamente el ejercicio de la libertad y la democracia.

El panorama político era halagador, pero como desde entonces, no faltaron elementos que dañaron el crecimiento del país, ya que el presidencialismo autoritario facilitó todo tipo de corruptelas y componendas para que los gobernantes en turno se preocuparan más por la obtención de dinero para ellos y su grupo de influencia que en establecer programas de desarrollo productivo que beneficiaran a la mayoría de los habitantes de la nacion.

Por otro lado, un partido único no permitía la libre asociación, sino que obligaba a convivir a todo tipo de organizaciones aunque sus intereses fueran por demás extremos; así se encontraban afiliados al partido obreros, empresarios, campesinos, maestros o mineros, aglutinados en sindicatos, asociaciones, y grupos civiles, por mencionar algo de aquella estructura. Ante esta expectativa era lógico que se dispararan los grandes intereses políticos, económicos y sociales para continuar con la obtención de prebendas tal y como acontece en pleno siglo XXI.

Desarrollo sustentable

No es fácil escribir acerca de la pequeña o gran empresa, ya que generalmente se entra en discusiones interminables sobre las características que determinan su tamaño; sin embargo considero conveniente para este fin, que la dimensión la determine el empresario porque crear una empresa depende del individuo y su deseo de crecimiento o de sus capacidades y posibilidades para incursionar en esta increíble experiencia.

Ahora bien, este trabajo está enfocado a dar ideas sobre las múltiples opciones en las cuales se puede sustentar la creación y desarrollo de las empresas, como una necesidad extrema para que nuestro País sea diferente y se sacuda el lastre histórico de que "así han sido siempre las cosas", este conformismo ancestral no es más que una forma de paternalismo gubernamental para seguir manejando los grupos clientelares e impedir el crecimiento social e intelectual de los conciudadanos para no perder el poder político y seguir manejando los grandes presupuestos asignados para la operación de las instituciones, con su consecuente beneficio personal.

¿Qué hacer para cambiar el estado actual de la situación?

El valor de las buenas ideas, en cualquier actividad del quehacer humano fortalece el crecimiento de la sociedad y da sustento al desarrollo económico de un país; sobre todo las que se generan en torno a lo que llamamos un mejor nivel de vida y que produce una mayor comodidad en el sentido de bienestar.

Para favorecer el desarrollo de ideas y que éstas sean en gran cantidad, muchas organizaciones programan reuniones para motivar a sus integrantes a externar cualquier proyecto de mejora o innovación, a este mecanismo de pensamientos se han integrado otro tipo de instituciones como son servicios religiosos, sociales, públicos y oficiales.

Es importante saber que los empresarios en un alto porcentaje desconocen la mayoría de los problemas que aquejan a sus organizaciones, por comparación, sus directivos o ejecutivos están informados de un mayor número; pero los trabajadores que están en contacto diario con los procesos conocen todo lo que afecta positiva o negativamente a la empresa.